Internet y la tecnología asociada avanza a un ritmo vertiginoso, hasta el punto de hacernos sentir que es como un tren bala cuya presencia percibimos cuando ya casi pasó, pero que debemos subirnos a este tren para aprovechar una oportunidad única. Pero para la Escuela y la Educación en nuestro país, donde hay escuelas sin tendido eléctrico y otras sin clases por el tornado, sería necesario primero subirse al tren de la electricidad antes que lleguen las netbooks de "conectar con igualdad" o peor aún cuando la prioridad es alimentar mejor a los alumnos (que no faltan a clases por la vianda aunque a veces no alcance). Me pregunto ¿Podrán las clases bajas acceder a la orientación-información para usar esta herramienta en toda su dimensión?
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Entiendo que esta es una herramienta con grandes potenciales (y comienzo a entenderlo gracias a estas horas del curso "on line") pero, son nuestros jóvenes verdaderos especialistas en gastar horas frente a las pantallas de celulares y computadoras, ¿qué han aprendido? ¿Inglés que es el idioma que más abunda?...por lo que veo esta herramienta de por sí no alcanza, porque si los dejo solos los niños, mis niños, buscan videojuegos, videos divertidos de animales en el mejor de los casos. Un martillo puede crear muebles bellísimos en manos de un artesano, pero esa misma herramienta puede lastimarme los dedos o matar en manos de un asesino. ¿Alcanzará el esfuerzo de los Maestros para enseñar el aspecto "enriquecedor" de la Web 2,0? ¿O los alumnos sólo usarán internet para "bajar" mp3? ¿Habrá suficientes artesanos de la Web 2.0?
Desde una mirada más optimista podríamos pensar que estamos o podemos participar de la creación de una nueva biblioteca de Alejandría, interactiva, abierta y participativa, pero realmente ¿no hay-habrá restricciones?
Ojalá pueda aprender a usar esta herramienta y a transmitir conocimiento en varias direcciones o tipos de clases sociales.
¿Cómo asegurarnos que esta herramienta llegue a todos y que la "Inteligencia colectiva" sea para todos? TODOS!!! Me
preocupa que sea parte de un abismo creciente entre las clases medias altas y
las bajas.
