Todos aquellos que crecimos iluminados por las letras de sus canciones y
nuestras almas fueron endulzadas con sus melodías, llevaremos al Flaco
en el corazón para siempre, porque nos enseñó cómo la vida puede ser
descripta con magia en palabras. "Poeta" le queda chico. Ese mundo tan
íntimo que creó en nuestros corazones puede cerrarse frente a cualquier
mínimo gesto musical que suene a profanación. No resultaba fácil
encontrar un "invitado" que respetara el santuario que construimos en
nuestro pecho. Pedro Aznar estuvo a la altura y no se me ocurre otro que
hubiera sido capaz de conjugar respeto, magia, palabras expresadas con
sutileza y el virtuosismo musical. Gracias Pedro por regalarnos un eco
del Flaco que nuestro corazón seguirá necesitando.
PD: No nos olvidemos que el cigarrillo nos puede quitar mucho más que la salud.
Hola Federico:
ResponderEliminarMe hago eco de tus palabras, y del Flaco que más se puede decir “Una plegaria, para ese color humano que supo ver a través de esos ojos de papel, la inocencia de Ana cuando jugaba“
Carlos