viernes, 4 de marzo de 2016

Reflexiones ambientales urbanas: 25- Aedes aegypti y grandes espacios verdes: ¿¿¿¡¡¡Fumigar la Reserva!!!???

Reflexiones ambientales urbanas:

25- Aedes aegypti y grandes espacios verdes: ¿¿¿¡¡¡Fumigar la Reserva!!!???


Desde la última epidemia de dengue (2009) en Argentina, hablamos de gran epidemia, no sólo por el
número de casos, sino tal vez porque tocó las puertas en la ciudad de Buenos Aires, con 7 casos
autóctonos confirmados por el Servicio de Zoonosis del Hospital Francisco J. Muñiz. Desde ese
entonces la población ha quedado con una memoria emotiva sobre la presencia latente del virus y la
enfermedad (y de la posibilidad ocurrencia de un brote epidémico). Es decir, que ya no era una cosa
de libros de historia. Lamentablemente, no ha ocurrido lo mismo con unos de los factores o
componentes importantes del problema: el mosquito Aedes aegypti. Tal vez, por la desinformación o el
mal uso de la información no quedó en la memoria lo relacionado a los hábitos y a los conocimientos
necesarios sobre la biología de esta especie.
Tres años más tarde de ese brote epidémico de dengue, en el partido de Morón, zona oeste del
conurbano bonaerense, se inauguró la Reserva Natural Urbana (junio de 2012). Un espacio verde
cedido por la Fuerza Aérea de Morón, que actualmente consta de unas 14 hectáreas. El paisaje se
encuentra conformado por pastizales, un bosque de especies exóticas y comunidades nativas, una
reserva de agua, senderos para transitar y un parque recreativo. Para los que gustan de la naturaleza,
nada más lindo que sentarse a tomar unos mates mientras baja el sol.
El año 2012 fue particularmente lluvioso en los meses de invierno, extendiéndose las precipitaciones
hacia la primavera. Esta característica climática suele favorecer la presencia de una especie de
mosquito característica de la región, que cría en charcos temporales de lluvia y en especial en
pastizales, se trata de Ochlerotatus albifasciatus o mosquito de inundación. Este mosquito tiene la
particularidad de estar adaptado a las bajas temperaturas, inclusive de invierno, y de allí que su
distribución se extiende hasta Tierra del Fuego. Por lo tanto, no era necesario que llegara el verano
para comenzar a sentir su presencia hacia fines del invierno y principios de la primavera.
La inauguración de la reserva coincidió con una temporada lluviosa y las picaduras muy molestas de
Ochlerotatus albifasciatus alertó tanto a los visitantes como a los vecinos de los barrios linderos. Esa
situación y probablemente la memoria emotiva sobre “mosquito = dengue”, confluyeron en un fuerte
reclamo de los vecinos a las autoridades municipales. Pero a diferencia de otras oportunidades, en vez
consentir la petición vecinal de “¡Hay que fumigar la reserva! ¡Prevengamos el dengue!”, las
autoridades de la reserva y del municipio actuaron con consciencia ambiental y nos consultaron sobre
que se podría hacer frente a esta problemática. La primera medida de nuestra parte fue informar casi
con certeza que los mosquitos que estaban molestando a la población no eran de la especie Aedes
aegypti. La segunda fue realizar muestreos de larvas y adultos durante la primavera-verano. Los
resultados demostraron una importante diversidad de especies con predominio de Ochlerotatus
albifasciatus, y una ausencia efectiva de Aedes aegypti. Por último, los fines de semana, cuando la
reserva recibía mayor concurrencia, se realizaron charlas informativas sobre dengue y sobre la
biología y ecología del vector.
Pese a la actual situación de transmisión de dengue, chikungunya y zika en la región, los vecinos no
han vuelto a pedir la fumigación de la reserva. Nos preguntamos si se trata de ¿Un avance en la
conciencia ambiental? ¿Más y mejor información? ¿O son resultado de lluvias escasas que afectan
negativamente las abundancias de Ochlerotatus albifasciatus?.¡Esperemos que sean las dos primeras!


Maximiliano J. Garzón
Grupo de Estudio de Mosquitos
EGE-IEGEBA,FCEyN-UBA CONICET

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